jueves, 10 de octubre de 2013

Oda al bocadillo de queso (con vino)


Ya, ya sabemos que el queso es algo que se ama o se odia (de esto último tenemos ejemplos bien cerca); pero para los que amamos el queso no hay nada mejor que un bocado de esta delicia con pan y una copita de vino (hasta dos o tres incluso)

Y es que el pan y el vino son los mejores acompañantes del queso. Ya lo sabían desde antiguo los comerciantes de vino, como nuestro abuelo Magencio, que cuando daban a catar sus caldos a los clientes, los servían siempre con unos trozos de queso porque potencia lo bueno del vino y esconde lo malo. De ahí la expresión "¡Qué no te la den con queso!" El vino es capaz de hacer un mal vino bueno y un buen vino excelente.

Nosotros no tenemos vinos con defectos como los de antaño, pero sí buen queso manchego y una amplia variedad de vinos con los que probarlo. Aunque hay gente que lo prefiere con cervezas tostadas, como se toman en Bélgica o Alemania, o incluso quien nos pide el bocadillo de queso con anchoas ¿Habrá algún refrán también para eso? Lo dejaremos para otro post

¡Marchando un bocata de queso!

sábado, 2 de marzo de 2013

El periódico Bilbao nos dedica una entrevista

El periódico Bilbao nos dedica esta entrevista en su último número. En ella podéis leer cómo Jose cuenta la historia de este bar tan especial, con sus curiosidades y anécdotas y cómo el cliente nos ha enseñado que lo que más les gusta es que siga siendo ese sitio de toda la vida al que fueron con sus padres y ahora llevan a sus hijos y nietos.

Nos gusta transmitir eso que para nosotros es tan especial y que vemos que nuestros clientes aprecian y consideran también algo suyo. Mantener la clientela de Joserra, su recuerdo, y sumarle nuestros amigos y clientes más jóvenes que también saben apreciar el valor de lo auténtico.

¡Bienvenidos de nuevo a la Bodega Joserra de toda la vida!

domingo, 24 de febrero de 2013

¿Hay algo mejor que un bocadillo de bonito con divisa?


En estos tiempos de deconstrucciones, esferificaciones, liofilizaciones y reducciones no hay nada más sofisticado, ni más delicioso, que volver a los orígenes. Porque al tiempo que la cocina se complica, volvemos a apreciar con gusto el valor de los sabores sencillos que nos retraen a la infancia. Y este es uno de esos clásicos que nunca pierden fuerza.

Los comentarios que acompañaron a esta foto cuando la colgamos en las redes sociales hablaban de este bocadillo como referente de la infancia de muchos bilbain@s y visitantes. Unos sabores que hoy en día cuesta encontrar en unas barras uniformes que ofrecen pinchos de diseño. Porque estos sabores de toda la vida están basados en la calidad de los ingredientes y en la sencillez de juntar y maridar lo nuestro.

El bonito se desmiga en aceite, para que coja untuosidad y se haga más jugoso. De manera que en la boca forme esa película que deja disfrutar del sabor. La divisa es un toque de color, pero también le da el picorcito perfecto que ofrecen las "alegrías riojanas" unas guindillas que mantienen, a pesar de su picor, el dulzor de un pimiento rojo clásico. Y todo ello en un pan crujiente con buena miga que empape el aceite y recoja los sabores.

¿No se os hace la boca agua? Os esperamos mañana mismo para probarlo otra vez

domingo, 27 de enero de 2013

Casi un siglo de historia que comenzó con una multa

Escritura de compra venta

Bodega Joserra es un local emblemático de la historia del Casco Viejo bilbaíno. No sólo por que es punto de encuentro desde hace generaciones, sino porque verdaderamente tiene una historia dilatada, de esas que gustan a los que disfrutan con las anécdotas y curiosidades.

Este antiguo almacén de vinos fue adquirido por el abuelo de los actuales propietarios, Magencio Trigueros, el 15 de enero de 1924 de manos de Melchor de Andonegui. La transacción del local se realizó por 19.850 pesetas, de las de entonces, en tres pagos. 10.000 en efectivo más dos letras de 5.000 y 4.850. La compraventa implicaba, por parte del vendedor, la incompatibilidad para establecerse en el Casco Viejo por 5 años a partir de la venta, dejando al comprador la exclusividad del negocio del vino en esta zona de Bilbao.  Magencio, que ya tenía sus negocios de vino en la Alhóndiga bilbaína, traslada así su historia y la de su familia al Casco Viejo, un lugar al que todos seguimos ligados gracias a esta bodega.

Multa municipal
Pero fue una multa municipal la que convirtió este antiguo almacén de vinos al por mayor en una taberna casi como la conocemos ahora. Al parecer, el abuelo Magencio vendía txikitos de vino a sus clientes, algo lógico a nuestros días pensando en un local situado a pie de calle, junto a la Catedral y en una zona de tanto paso. Pero, por lo que se ve, en aquella época estaba prohibido, así que la autoridad competente extendió la consiguiente acta, que podéis ver sobre estas líneas, que además de multar esta práctica, expedía la correspondiente licencia para actuar como "taberna". Todo ello por 121,87 pesetas. Fue así, el 15 de enero de 1926 como nació oficialmente este conocido local bilbaíno.

¿Conoces alguna historia más de Bodega Joserra? Nosotros seguiremos contando curiosidades, historias y anécdotas, pero nos gustaría también conocer las tuyas.

viernes, 21 de diciembre de 2012

Una taberna de las de toda la vida


Bodega Joserra es uno de esos locales de las siete calles que parecen haber estado ahí desde siempre. ya quedan muy pocos de esos que parecen haber sobrevivido a la globalización que hace que todos los comercios se parezcan mucho. Muy cerca tenemos otro ejemplo con la bacalada en la misma calle Artecalle. Estos locales conservan el espíritu de la tradición bilbaína.

La Bodega Joserra siempre ha sido un sitio de txikiteo. Un lugar de encuentro para la gente que bajaba de los caserios o de otras partes de Bilbao a comprar al mercado de la Ribera o por las Siete Calles. Un lugar especial y diferente porque los clientes se enseñaban unos a otros a beber "de caña" ¿Es que tú no sabes hacerlo?

Esa es una de las particularidades de este bar. Las pequeñas botellas de vino que se han servido siempre con una "caña" en la boquilla para beberlas como si se bebiera de un porrón. Y ¿qué me decís de los bodadillos de bonito con divisa? esos pimientos picantes que son realmente "alegrías riojanas" y que le dan a este bocadillo un sabor especial. Aunque quizá tu favorito sea el de chorizo de Salamanca o un buen bocadillo de jamón de ese con una grasita casi transparente. Cada uno tiene un "clásico" que repite en este bar a lo largo de los años.

Un lugar lleno de recuerdos antiguos de cuando las etxekoandres venían con la jarra a comprar vino a granel y conservas especiales. Pero también de nuevos recuerdos con cuadrillas de txikirer@s berris que disfrutan de un día como hoy, Santo Tomás. ¿Puede haber un día mejor para estrenar este blog y para visitar Bodega Joserra? Os esperamos